Hormigón visto
El hormigón comenzó a usarse en el sector residencial con fines estructurales, quedando revestido por materiales de construcción. La llegada de nuevas tendencias que apuestan por la esencia y sencillez, prescindiendo de elementos ornamentales o artificiales, es lo que ha hecho florecer al hormigón visto.
«Podemos ver el hormigón visto en viviendas de tipo industrial o decoraciones minimalistas.»
Los arquitectos están maravillados con los acabados que ofrece este tipo de hormigón. Sin embargo, ofrece numerosos usos, ventajas y posibilidades que vamos a analizar en este artículo.
¿Qué es el hormigón visto?
El hormigón visto es, en definitiva, una mezcla de grava, cemento, áridos y agua cuyo acabado es el que ofrece el propio material.
Es un material de construcción que sirve tanto de cerramiento como de elemento estructural. Su grado de calidad depende en gran medida de su encofrado, ya que se tiene que adaptar visualmente a las necesidades de los proyectos.
Debido a su coste, resultados y características, es un material utilizado con frecuencia en la construcción. El hormigón visto es muy económico si lo comparamos con otra clase de materiales, lo que nos permitiría abaratar el presupuesto para la construcción de, por ejemplo, viviendas.
Es un elemento que ofrece alternativas decorativas muy atractivas, con multitud de opciones en cuanto a color y textura.
¿Cómo reconocer el hormigón visto?
Esta nueva tendencia consiste en mostrar visualmente el material del que se compone una obra, ofreciendo un acabado visual, cuyo resultado final dependerá del encofrado. Cuando esté aplicado, el hormigón va adquiriendo su textura, endureciéndose y asimilando el encofrado.
¿Qué clase de encofrado se puede elegir para el hormigón visto?
Escoger entre un encofrado u otro depende de factores previamente analizados durante el diseño del proyecto, como el nivel de presión del hormigón o el peso de la estructura.
A continuación, vamos a analizar los encofrados más utilizados en el hormigón visto. Según unos niveles de sostenibilidad y de estética, estos son los que pensamos que pueden ser los mejores.
Encofrados metálicos
Si la obra es de grandes dimensiones, es el encofrado más aconsejable. Los beneficios de utilizarlo son los siguientes:
- Ofrecen acabados muy lisos.
- Son resistentes.
- Se ensamblan y desmontan en poco tiempo y con facilidad.
Desde luego son cualidades que aumentan la productividad del proceso de construcción. Una apuesta sostenible y segura si el trabajo de planificación se ha realizado adecuadamente.
Encofrados de madera
Si lo que buscas es un encofrado económico y fácil de trabajar, entonces el encofrado de madera es el mejor. Es ideal para trabajos pequeños.
Es fundamental considerar que las imperfecciones de la madera natural afectarán al resultado final. Son detalles que no podemos olvidar.
Si utilizamos contrachapados, se acomodan con mayor facilidad, y tienen un acabado más liso y uniforme que la madera natural.
Sin embargo, su principal problema es su reciclaje. Aunque se puede reutilizar, tiene un tope. Por norma general, entre 3 y 4 veces.
¿Qué ventajas tiene el hormigón visto?
Los beneficios del hormigón visto para tener en cuenta son:
- Conductor térmico: Perfecto para usarlo como pavimento (por ejemplo, si queremos instalar suelo radiante).
- Moldeable: Puede adoptar distintas formas, sin perder su resistencia.
- Necesita poco mantenimiento: Es fácil de limpiar (con agua y detergente es suficiente) y no se deteriora.
- Económico: Por los componentes que lo conforman (cemento, grava, áridos y agua).
- Ignífugo: No es buen conductor, por tanto, es muy seguro ante incendios.
- Fácil de instalar: Ahorro en mano de obra y tiempo.
- Color: Su acabado puede tener distintos colores, ya sea utilizando el color de la matriz o añadiendo pigmentos o colorantes. Por ejemplo, en techos y paredes se utilizan mucho el amarillo y el blanco, mientras en pavimentos se utiliza el color café, ocre o gris.
- Dureza y durabilidad: Por eso es el material por excelencia en muchas estructuras.